Como saben, tengo dos hijos. Un niño (O) y una niña (R). O es mi primogénito y tiene 6 años. R tiene 4.
Es costumbre que al primogénito uno le dedique todo el tiempo y las atenciones mientras va creciendo ya que uno aprende a ser papá con él. Esta situación no se repite con el segundo hijo, ya que la evolución, las cosas que hacen y dicen ya no son tan novedosas y a uno como papá se le hace de lo más normal.
Confieso que no me había percatado de que mi hija necesita que le demuestre mi amor mucho más. Esto para mi es dificil, en mi familia original (de aquella que vengo) tuve un hermano y por los acuerdos que tuvieron mi papá y mi mamá (propios de la época) mi papá era el proveedor y mi mamá era mi mamá pero al final todo giraba alrededor de los que los hombres de la casa quisieramos (eramos 3, asi que habia luchas, domingos de futbol y carne asada, cochecitos). Si a esto le añadimos que desde los 6 años y hasta los 17 años estuve inscrito en escuelas varoniles pues me declaro un idiota en lo que se refiere al trato de las niñas (si, las niñas, creo que a las mujeres si las trato bien, mi esposa es una gran escuela).
Lo anterior significa que no había reparado en que a mi hija le hacen falta muchos abrazos, apapachos y palabras dulces que alimenten su autoestima. De todo esto me dí cuenta hoy por la mañana cuando mi hija llegó a mi cuarto cuando estaba saliendo de la regadera todo mojado y con frio y me dijo, "te deje una sopresa en tu buró" y le dije: "muchas felicidades, si vi que te dieron un diploma por ser la mejor niña del mes en tu salón". Ma abrazó y me dijo te quiero mucho y yo le dije: "Yo tambien te quiero...mi princesa".
viernes, 13 de noviembre de 2009
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
7 comentarios:
ahh que hermoso!!, es díficl a veces expresar lo que sientes, pero cuando un niño (a), en este caso tu hija te dice cosas bonitas, solamente dejate querer..
Yo hubiera deseado tener una bebita. La hija de mi ex tiene una "mi niña", cómo la disfruté, nos queremos tanto... cantábamos en el idioma de los perritos y le cantaba La Vaquita de Martín, una niña inteligente, hermosa, morenita de pelo largo y negro, hace magias que le enseñé...
Compadre, ya se dio cuenta, es lo principal, ahora sin miedo a ser papá de una niña. Ella lo va a educar y ya comenzó...
Saludos.
Yo pense que las niñas eran las consentidas del papá en mi caso asi fue, era la niña de sus ojos,
pero bueno estas muy a tiempo asi que a dedicarle su tiempo a cada quien, Muy linda la sorpresa que te dio :) quien se puede resistir a eso, Saludos que tengas buen fin!
querido OAB:
que crees te toca volver a mi blog para el swinger!!
besos
Muy lindo, el poder compartir con los hijos y tratar de manera distinta con cada uno de ellos, que siempre se sigue aprendiendo tanto, y tanto nos siguen sorprendiendo.
Un abrazo camarada!
Chico... linda, muy linda historia... sentir el amor de un padre es lo todas necesitamos... tu hija será feliz de que la llenes de abrazos y de besos.
creo que no puedo tener una idea concreta de ello ya que no conosco aun la dicha de ser madre, sin embargo coincido que bien o mal... todos necesitamos ese aliento paterno para ser mejores
y sentirnos asi... amados
saludos
Publicar un comentario