Bienaventurados los ignorantes : Invitada especial Abeja Obrera

Bienaventurados los ignorantes
Cuando iba a la preparatoria me toco cursar una materia que se llamaba “Estructura socioeconómica y política de México” y el profesor nos pedía leer muchos libros, periódicos y realizar varios ensayos sobre diversos temas donde analizábamos el porque de nuestra situación actual.
En esos tiempos, la huelga de la UNAM estaba en pleno apogeo y fue tema de muchos debates, que si se debía o no cobrar más dinero, que si lo porros, que si los estudiantes eran delincuentes, en fin. Dentro de todo este estudio, empecé a saber de la corrupción de los políticos, conocí las malas jugadas que hicieron varios mexicanos que yo consideraba comprometidos con la sociedad y un día, cuando leí sobre la forma en que nuestro presidente Gustavo Díaz Ordaz y su secretario de gobernación mandaron matar estudiantes y la sociedad no hizo nada, fue cuando exclamé por primera vez, ¡Bendita Ignorancia, que te libra de la conciencia social!
Algunos años después, empecé a observar mi comunidad y no entendía porque la gente gastaba su quincena en comprar cervezas para ver sus partidos de futbol y al terminar iban a la tienda a pedir fiado medio kilo de huevo y un cuarto de jamón para darle de comer a sus hijos.
Hace rato, en la hora de la comida, hablamos de cómo las muchachas que trabajan en maquiladoras, se compran ropa nueva de marca y los celulares de ultima moda, se gastan su dinero en bisutería, a pesar de vivir en casas de cartón, no tener estudios y donde su mayor aspiración es casarse, tener 5 o 6 hijos y depender de un marido que seguramente les será infiel y las golpeará.
Ninguno de los comensales supo explicar porque la gente no tiene aspiraciones y yo volví a exclamar ¡Bendita ignorancia, que te libra de aspiraciones absurdas y te da la perfecta perspectiva de tu lugar en el mundo!
Finalmente, recibí una llamada telefónica de un amigo mosquito que trabaja en un banco de sangre, al que le pidieron hacer algunas estadísticas de su trabajo, al hacerlas se dio cuenta de que explotando a sus obreros la empresa ganaba mucho más dinero y se moría de desesperación porque le cuestionaban hasta el último centavo que gastaba en cosas para sus dependientes, aun cuando con esos gastos le ahorraban una cantidad exorbitante de dinero a los dueños del negocio y no me quedo más remedio que exclamar ¡Bendita ignorancia que te permite estar a salvo de hacerte preguntas inútiles como: ¿porque carajos a los empresarios les vale madre la situación de los empleados?!
Aunque no lo creas querido lector, muchas veces he deseado no saber leer ni escribir, no poder leer las noticias en lo periódicos que solo hablan de delincuencia organizada y de corrupción. He deseado no haber conocido la escuela de ingeniería porque podría no sentirme frustrada porque cabrones gandallas se adueñan de las plazas para poner a sus parientes que son unos parias que dañan más de lo que ayudan a la organización.
Aunque te parezca increíble, he deseado vivir en extrema pobreza mental para poder sentirme feliz yendo a la iglesia, escuchando como disfrutar del sexo es pecado y que si soy abnegada y pongo siempre la mejilla izquierda para que me den otra bofetada, llegaré algún día al cielo y seré merecedora de la felicidad eterna.
Bendita ignorancia que te permite asombrarte de cosas pequeñas, que te permite disfrutar de los días soleados, de una alberca en el jardín, de un trozo de plastilina, de un dibujo o una flor. Bendita ignorancia que te permite mantener libre tu mente de preguntas como ¿Por qué la diferencia abismal entre las clases sociales? ¿Por qué los sacerdotes abusan de los menores? ¿Por qué a la gente le vale madre el planeta? o ¿Por qué las guerras afectan a los inocentes y los que las provocan viven felices en sus casas?
Bienaventurados los ignorantes, porque ellos siempre tendrán el privilegio de disfrutar de las cosas sencillas de la vida, sin cuestionamientos ni aspiraciones que duelen hasta la medula de los huesos.
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Agradezco a Abeja Obrera su texto, en verdad, mueve a la reflexión. ¿sería mejor ser un ignorante feliz o un infeliz entendido?.

Por cierto...si quieres leer mi colaboración en la tercera entrega de Blog Swingers pica por aca