jueves, 7 de agosto de 2008

...ojala seas la chispa


A partir del fin de semana he estado dándole vueltas al asunto en mi cabeza. No es algo de lo que suela platicar con amigos o conocidos, mucho menos con mi esposa (justo sea decir que a ella los asuntos de nota roja, le provocan malestar). Sin embargo lo que ha acontecido con Fernando Martí ha movido fibras de mi ser que no conocía.

Por lo general soy bastante egoísta al respecto, pero en esta ocasión no me puedo sustraer al dolor ajeno. Tal solo imaginarme lo que vivió la familia de este muchacho, debe haber sido terrorífico.

En todos lados se menciona lo que paso, y artículos salen y estoy seguro seguirán saliendo al respecto. No es mi intención repetirlo, sino más bien me muevo a la reflexión.

¿Que valor pueden tener 5 millones de pesos o 500 millones de dólares o la cantidad de dinero que sea.?

Para la familia Martí en estos momentos ese dinero es nada, comparado con la perdida de su hijo, creo que si en sus manos estuviera, ellos hubieran cedido todo su patrimonio a cambio de la vida de su hijo.

Para los secuestradores asesinos hijos de puta, ese dinero es nada también, comparado con el daño que hicieron. Dice una ley que “todo lo que hagas se te devolverá con creces”. Creo que no necesitamos de que un gobierno o autoridad le de su merecido a estos pseudo humanos; la vida se encargara de ello. Y ojala los encuentre en paz consigo mismos, porque de otra manera sufrirán lo indecible. Compraron su destino.

De ninguna manera les deseo el mal a estas “personas”, todo lo contrario, deseo que Dios, fuerza creadora y ordenadora, les llene de luz y de sabiduría y que esto no haya sido más que un desliz en su vida.

Por otro lado quiero expresar mi solidaridad con todas aquellas personas que han pasado por experiencias similares (robos, secuestros, etc.)

Para finalizar y recordando la película de Buscando a Nemo, en una escena del final de la película, cuando Nemo es atrapado junto con un banco de peces, y el junto con su papá y Dori, les ordenan que jalen todos hacia abajo y esa será la única manera en que no morirán pescados. Ellos lo hacen y rompen la red. En resumen se salvan.

La unión hace la fuerza, estamos hartos de vivir con miedo. Jalemos todos hacia el mismo lado. Es posible que la misión de Fernando Martí haya sido ser la chispa que desatara el fuego; el fuego de libertad y de bienestar para muchos otros mexicanos que vivimos oprimidos y temerosos de los que nos “secuestraron” este gran país. ¡Viva México! ¡Vivan los mexicanos!.